“Apostamos por ciclos naturales”
Señor Wiggert, su granja Haslachhof ha ganado la competencia nacional de agricultura ecológica en 2024. ¿Qué es lo que hace a su granja particularmente ecológica? Un aspecto determinante es que tratamos nuestro suelo de forma muy sostenible. Los trabajos en el suelo son mínimos y aplicamos una rotación de cultivos muy variada que se repite cada nueve años. Durante tres años de estos, en nuestros campos crecen mezclas de alfalfa y hierbas de tréboles con plantas florales y hierbas que aportan una gran cantidad de nitrógeno al suelo y, de esta manera, se prepara para los siguientes cultivos, por ejemplo, de espelta, escaña, centeno o cebada. El trébol y la alfalfa generan una simbiosis con bacterias que permite que las plantas aprovechen el nitrógeno del aire. Así, por decirlo de algún modo, se fertilizan solos, al igual que las plantas que crecen a su alrededor. Apostamos por ciclos naturales de la naturaleza que, no en última instancia, aportan eficiencia.